domingo, 22 de marzo de 2015

La Seguridad en el Auto


Sin duda, el auto es un gran aliado de la familia. Permite paseos, diversiones, viajes y excursiones. Aunque también puede convertirse en un factor de altísimo riesgo. Sin ánimo de ser alarmistas pero conscientes del valor de la vida, vale tener en cuenta todos los resguardos posibles. A continuación, se enumeran algunas recomendaciones que brinda la Academia Americana de Pediatría. La Sociedad Argentina de Pediatría también ofrece sugerencias con respecto al volante y hace hincapié en un tema que antecede al resto: no conducir si se ha bebido alcohol, regla número uno en la prevención.

 

Recomendaciones Generales


  • Usar siempre cinturón de seguridad.
  • Los niños menores de 12 años deben viajar en el asiento de atrás.
  • Usar sillitas para autos. Aunque duele decirlo, de acuerdo a estadísticas de los Estados Unidos, más de la mitad de los niños muertos en accidentes vivirían si hubieran estado debidamente sentados. Las sillitas previenen lesiones serias y fatales en más del 70 por ciento de accidentes.
  • Leer los manuales del auto con respecto a la seguridad del niño y leer las instrucciones de uso de la sillita. Antes de colocar la sillita, cerciorarse de que el cinturón del auto que la sujeta funcione bien.
  • Asegurar bien la sillita en el auto, aún si el niño no viaja, porque si está mal colocada puede transformarse en un proyectil en el momento de  un choque.
  • El lugar más seguro para colocar la sillita suele ser en el medio del asiento de atrás, salvo que tenga apoyabrazos.
  • El asiento delantero del acompañante es el más peligroso, sobre todo si tiene air bag porque, en caso de choque, se activa y puede asfixiar al bebé.
  • Jamás colocar una sillita en el asiento de adelante si este tiene air bag, aún si se la coloca mirando hacia atrás.
  • No permitir que los bebés viajen sin sillita. No llevarlos a upa. Por más fuerte que uno lo tome, si hay una frenada brusca, el bebé se desplaza igual.  Llevarlos así y chocar a 50 kilómetros por hora es equivalente a que caigan de un tercer piso.
  • No usar un cinturón para asegurar a dos personas. No importa si se trata de un adulto y un bebé.
  • Aunque el niño o el bebé se resistan a usar la sillita, se trata de un tema no negociable. Realmente es un asunto de vida o muerte.
  • En caso de que llore al usarla, verificar que esté cómodo, que las correas no lo lastimen o que no se esté quemando con la hebilla de metal, demasiado caliente en un día de verano. 

Recomendaciones sobre sillitas:

  • Verificar que tenga una etiqueta que certifique el estándar de la Federal Motor Vehicle Safety   (FMVSS) 213.  Si se compra una sillita usada o se pide una prestada, asegurar que tenga menos de 6 años y que nunca estuvo en un choque.
  • El precio no es una garantía de su efectividad.
  • La sillita debe entrar en todos los autos que uno va a usar y debe quedar bien sujeta.
  • Debe ser fácil de usar.
  • Debe ser apropiada para la edad y el tamaño del bebé.   
Tipos de sillitas:


Elevador de Asiento: se trata de una especie de elevador y se recomienda para niños de 4 a 10 años  y un peso de 18 a 36 kilos.


Sillitas infantiles: desde el nacimiento  hasta que el niño pesa entre 8 y 10 kilos. Sólo se usa en posición semi vertical,  mirando hacia atrás.


Asientos de auto: se usa en posición semi vertical, mirando hacia atrás cuando el bebé tiene un año y pesa unos 10 kilos. Se usa en posición vertical cuando el niño ya es más grande. Se aconseja su uso hasta que el mismo pese unos 18 kilos.


Cómo ubicar a los niños



Los bebés deben mirar hacia atrás hasta que pesan entre 9 y 10 kilos y tienen al menos un año. Antes de eso, los músculos del cuello no son lo suficientemente fuertes como para aguantar el peso de la cabeza. Al estar hacia atrás, el asiento protege la cabeza y hace que la fuerza del impacto se distribuya en toda la espalda. Así, se previenen los movimientos bruscos de cabeza hacia delante que pueden causar lesiones graves.


Para acomodar la cabeza de un bebé pequeño, se pueden adquirir los sujetadores de cabeza o colocar una  toalla enrollada entre la cabeza y el costado de la silla. Si se lo quiere tapar con una mantita, primero asegurarlo y después cubrirlo.


El arnés del asiento está bien puesto si sólo cabe un dedo entre las tiras y el cuerpo del bebé.
Aunque pueda ser extremista y al bebé le moleste ir sentado de espaldas o sujeto a las tiras de la sillita, los papás deben tener siempre presente en el momento de viajar, que protegerlo de esta manera es otro acto de amor.


Nota supervisada por el Equipo Médico de Mamashelp.
Fuente: http://www.materna.com.ar/Bebe/bebe-de-3-a-6-meses/Articulos-Bebe-de-3-a-6-meses/La-Seguridad-en-el-Auto/Articulo/ItemID/3421/View/Details.aspx

martes, 17 de marzo de 2015

¿Cómo estimula la música el desarrollo del lenguaje del bebé? Beneficios de la música

Desde siempre se ha utilizado la música para comunicarse con los bebés. Se les ha cantado para ayudarlos a dormir, para acompañar sus juegos, para aliviar su llanto. Intuitivamente, el adulto ha sabido que la música es beneficiosa para los bebés. Hoy día se sabe que la música, además, estimula y facilita el desarrollo del lenguaje.

Desde hace mucho tiempo se sabe que, durante el embarazo, la música ejerce efectos muy positivos sobre la madre y el feto.
La música estimula el ritmo cardíaco del feto y provoca la secreción de endorfinas en la madre.
La música se utiliza como técnica de
 relajación y para ayudar a dormir al bebé, es decir, para proporcionar tranquilidad e inducir el sueño del bebé.
Por este motivo, cuando el niño llega al mundo, el primer lenguaje que comprende es el de la música. La música es un vehículo de relación entre el bebé y el mundo que le rodea.
Al permitir escuchar música al bebé o cantarle canciones se estimulan sus deseos de expresarse y de comunicarse con los adultos.
A continuación te contamos por qué es importante que tu bebé escuche música y te explicamos el efecto de la música en su desarrollo neurológico.
Beneficios de la música para el lenguaje infantil
En los bebés, la música estimula el desarrollo neurológico, activando diversas regiones cerebrales y formando nuevas conexiones neuronales, necesarias para el correcto desarrollo cognitivo, psicomotor y del lenguaje.
Según algunos estudios experimentales, el método que utiliza el cerebro para que los niños aprendan a hablar se basa en un análisis estadístico del lenguaje y de su ritmo. La compresión de las palabras en los bebés se produce por la repetitividad de los sonidos que escuchan y se basa en la frecuencia, es decir, en las características específicas y propias de la música.
La música se utiliza para tratar algunos trastornos como la dislexia o el autismo, como ayuda en el desarrollo y mejoría de las capacidades cognitivas, igual que ocurre en las etapas iniciales de la vida.
Los bebés desarrollan vocalizaciones que imitan a los sonidos musicales y, repitiendo un sonido durante mucho tiempo, empiezan a construir el lenguaje de forma intuitiva. Se esta manera crean una forma de comunicación que facilita el lenguaje posterior y mejora el vocabulario.
Las canciones infantiles, que contienen sílabas rimadas y repetitivas, permiten al bebé formar las bases del entendimiento y desarrollo del lenguaje, facilitando la comprensión y memorización posterior del significado de cada palabra.
Es decir, la música es el primer paso en el desarrollo del lenguaje, además de ser un sistema de relajación, placer y fuente de tranquilidad para el bebé.

Fuente: http://www.elbebe.com/