domingo, 26 de octubre de 2014

Las claves para elegir el cochecito perfecto

El cochecito es una de las primeras cosas en que pensamos cuando tenemos que armar el ajuar del bebé. Habiendo tantas opciones ¿qué debemos tener en cuenta para elegir el cochecito perfecto? 

Con tantas opciones y modelos, elegir el cochecito del bebé puede convertirse en una odisea. Como se trata de una de las cosas que el niño utilizará intensamente hasta los 3 años o más, cuando ya pueda caminar distancias más largas, es importante encontrar el modelo que te resulte práctico y cómodo, dependiendo de tu estilo de vida.

Antes de elegirlo, conviene responderse estas preguntas a modo de guía:

  • ¿Cuál es el ancho del ascensor de mi casa?
  • ¿Cuánto mide el baúl del auto?
  • ¿Cómo son las calles del barrio? ¿Hay espacio para circular cómodamente? 
  • ¿Cuál es el transporte que más utilizaré para moverme con mi bebé? (colectivo, subte, auto…)
  • ¿Cuánto y cómo utilizaré el cochecito? ¿Para caminar mucho o para distancias cortas?

Porque no es lo mismo un cochecito “todo terreno” para largos paseos por la ciudad que uno para sacarnos del apuro en cortas distancias. 


                                                    Literider Graco - ROMOLIBEBE.com.ar

Si el plan es moverse con el bebé caminando o en transporte público lo mejor es pensar en una opción resistente, liviana y a la vez que no sea muy grande, que pase por las puertas, que pueda maniobrarse fácilmente y sea fácil de abrir y cerrar, pensando en que tendremos una mano ocupada alzando al bebé.

Si, en cambio, la idea es utilizarlo para distancias cortas, podemos elegir una opción más básica que nos saque del apuro. O, si solemos movernos mucho en auto, elegir una opción con huevito incluido.

Lo importante es poder elegir un cochecito que se adapte a nuestro estilo de vida sin entorpecerlo, siempre teniendo en cuenta que cumpla con todas las condiciones de seguridad y que sea apto para la edad del bebé.

Importante: Si el bebé aún no pueden sostener su cabeza constantemente, debe viajar en un cochecito con un asiento que se recline en posición plana (180º) o casi plana o en una sillita para auto que se adapte al cochecito, porque al llevarlo en posición vertical, su cabeza puede caer hacia adelante y dificultar su respiración.


Graco Duo - ROMOLIBEBE.com.ar

Tipos de cochecitos


Coche cuna: Destinado a los bebés recién nacidos, suele ser uno de los modelos más grandecitos y pesados, por su capacidad de convertirse en una especie de cuna al reclinarlo a 180º y la comodidad que brinda con un acolchado extra para que el bebé vaya bien cómodo.

Dependiendo el modelo,  tienen manillar rebatible, para que el bebé vaya mirando hacia delante o hacia la persona que está empujando el cochecito.

En este caso hay que considerar el uso que se le dará, porque son coches que suelen ser más bien grandes y con un peso que puede ir de 6 a 10 kilos o más, dependiendo el modelo.

                                                                          COCHE CUNA BABY ONE DINO - ROMOLI BEBE.com.ar


Cochecitos ultralivianos: Las principales características de estos modelos son su bajo peso -que no suele superar los 6 kilos-, la facilidad para abrirlos y cerrarlos y un plegado compacto. Dentro de esta categoría pueden entrar los conocidos como paragüitas.

Hay modelos con varias posiciones de reclinado (aptos para recién nacidos) y bandeja o barral delantero; y otros más simples, de una posición o que no se reclinan mucho, sin barral delantero y que suelen ser para bebés de más de 6 meses, que ya pueden ir sentados.

Algunas mamás eligen los paragüitas simples, donde el bebé va sentado en posición vertical o apenas recostado, como una opción para cuando son más grandes o para los viajes, ya que al ser compactos y livianos no ocupan mucho lugar en el baúl del auto y pueden trasladarse sin mayores molestias.  


Fuente: http://www.planetamama.com.ar/nota/las-claves-elegir-el-cochecito-perfecto
 

 

miércoles, 22 de octubre de 2014

Cómo sobrellevar el calor durante el embarazo

Cómo sobrellevar el calor durante el embarazoLas altas temperaturas suelen provocar malestares, y más aún durante el embarazo. Por eso, es muy importante el consumo de líquidos, estar a la sombra y un buen descanso.

El calor del verano es generalmente difícil de sobrellevar para todos. Cuando estás embarazada, es más importante que encuentres pequeños trucos para hacerlo lo mejor posible porque eres más propensa a sufrir los famosos golpes de calor. También los cambios hormonales te pueden hacer sentir más calurosa de lo habitual.

Para tener en cuenta
  • Elegí lugares frescos y evitá las aglomeraciones de gente siempre que te sea posible. Un buen truco para mantener tu casa fresca es abrir las ventanas temprano en la mañana, manteniéndolas cerradas mientas pasan las horas de más calor y reabriéndolas al atardecer. De esta forma la aireás con el aire fresco y evitás el ingreso del aire caliente y la fuerte luz solar.
  • La mejor ropa para el calor es la de fibras naturales y tejidos finos como el algodón, el hilo, la seda y el lino porque permiten a tu piel respirar mejor. Si tu ropa no es muy ajustada te mantendrá más fresca y cómoda, al igual que las prendas de colores claros.
  • Si tenés la posibilidad de estar en una pileta es una forma genial de sobrellevar el calor, pero tratá de mantenerte a la sombra y usá un buen protector solar. Las duchas de agua fría o tibia, si es que no soportas el agua a temperatura tan baja sobre tu cuerpo, son otra excelente manera de sentirte mucho más fresca. Simplemente sumergir tus pies en agua fresca también te ayudará a calmar un poco el calor de tu cuerpo.
El consumo de agua también es bueno para evitar la hinchazón que suele incrementarse con el calor.
  • Los spray refrescantes son una buena opción para llevar en tu cartera y refrescar la piel de tu cara de vez en cuando. Si no querés invertir en este producto, siempre podés tratar de conseguir un pequeño rociador y llenarlo de agua para que cumpla la misma función.
  • Necesitás consumir muchos líquidos. Las hormonas producidas en tu embarazo te hacen transpirar más por lo que debés tener mucho cuidado de no deshidratarte. Las bebidas para deportistas o los caldos salados te brindan muchas sales y son muy buenos para mantener tu presión arterial. Siempre que salgas acordate de llevar una botellita para poder tomarla en cualquier momento.
  • El consumo de agua también es bueno para evitar la hinchazón que suele incrementarse con el calor. Para aliviar esta molestia también es bueno que salgas a caminar un poco temprano en la mañana o al atardecer cuando las temperaturas ya no son tan altas. Tratá de no hacerlo en los horarios donde el calor es más intenso, generalmente entre las 10 y 16 horas.
  • Las comidas frescas como las ensaladas y las frutas son otra buena forma de aliviar un poco el calor, además no te caen pesadas y te ahorrás el esfuezo de cocinar parada durante un buen rato, lo cual intensifica el calor. Tratá de evitar este tipo de actividades, como utilizar el horno por muchas horas o la plancha.
  • El calor cansa mucho, así que siempre que puedas es bueno tomar una pequeña siesta para descansar un poco. El calor excesivo puede afectar tu embarazo, así que evitá utilizar saunas y baños de inmersión.

lunes, 13 de octubre de 2014

Las 10 dudas más comunes de las embarazadas

El embarazo supone el inicio de un periodo en la vida de la mujer lleno de ilusión y felicidad, pero también repleto de dudas e inquietudes. El proceso de gestación, el parto y el puerperio son fases que implican muchos cambios a nivel emocional y físico, además de la trascendencia que supone el nacimiento de un hijo. 

Por ese motivo, queremos responder a las 10 preguntas más habituales que tienen las embarazadas, ya que resulta fundamental que los padres estén bien informados en esta etapa.

1. Cómo debo alimentarme en el embarazo. Una de las preguntas habituales que se hace la futura mama es saber qué tipo de alimentación debe llevar y la cantidad. A grandes rasgos, la embarazada debe evitar ganar mucho peso, pero a la vez alimentarse adecuadamente. La idea de "comer por dos" es errónea, lo fundamental es incluir en la dieta nutrientes como yodo, hierro, áido fólico, ácidos grasos omega 3 y evitar alimentos como las grasas saturadas, los dulces y los alimentos fritos  rebozados.

2. Los medicamentos en el embarazo. Por lo general, las embarazadas deben evitar cualquier medicación a no ser que su médico le indique lo contrario. Se debe tener en cuenta que los fármacos pueden pasar al feto y afectar a su desarrollo.

3. Alcohol, tabaco y café. Tanto el alcohol como el tabaco resultan muy perjudiciales para el feto, por lo que la recomendación de los especialistas es abandonar estos hábitos durante el embarazo. Respecto a la cafeína, la mayor parte de los investigadores están de acuerdo en que pequeñas cantidades no hacen daño al bebé. Eso sí, se debe tene en cuenta que este compuesto no está solo presente en el café, sino también en el chocolate y en algunas bebidas refrescantes.

4. Viajar en avión embarazada. Otra de las dudas habituales que se plantea es la de los viajes en avión. Los vuelos comerciales permiten viajar a las futuras mamás  libremente hasta la semana 28 de embarazo, el límite que marcan muchas compañías para plantear restricciones.

5. El sexo durante el embarazo. Muchas mujeres dudan a la hora de mantener relaciones sexuales durante el embarazo por si esto supone algún peligro para el bebé. A no ser que exista una contraindicación médica, la pareja puede mantener sin problemas su vida sexual.

6. Teñir el cabello en el embarazo. Hoy en día no hay una base científica que impida el uso de los tintes para el pelo durante la gestación. Los expertos recomiendan, como medida preventiva, esperar hasta pasado el cuarto mes del embarazo.

7. Acudir al médico de urgencia.
Los cambios físios en el cuerpo de las mujeres son muy notables, y algunos síntomas de embarazo pueden llegar a asustar a las futuras madres por si la vida de su hijo corre peligro. Los expertos recomiendan acudir al hospital en el caso de darse sangrados vaginales abundantes, contracciones, fiebre, vomitos persistente, rotura prematura o falta de movimientos del feto.

8. La llegada del parto. Reconocer los síntomas de parto no es tan fácil para muchas mujeres. Por lo general, estos signos están asociados a la llegada del bebé: encajamiento del feto, expulsión del tapón mucoso, contracciones y la ruptura de la bolsa amniótica.

9. Cómo debo dar el pecho a mi hijo. La lactancia materna por si sola crea múltiples dudas. Cómo colocar al bebé, tengo suficiente leche, remediar las grietas... Puedes consultar nuestra guía de lactancia para responder estas preguntas.

10. Recuperar la figura tras el parto. Como norma general, el primer mes tras el parto es recomendable que la madre se dedique a descansar. A partir de ese momento su puede empezar a realizar algún ejercicio tonificador como yoga o pilates. Si a esto le une una dieta sana y equilibrada y tablas de ejercicios específicos para el abdomen y los pechos, poco a poco volverás a lucir figura.

Fuente: Patricia García. Colaboradora de GuiaInfantil.com

jueves, 9 de octubre de 2014

Cuidado del ombligo del recién nacido

Cuando se corta el cordón umbilical, queda un muñón que se ennegrece y se va secando hasta desprenderse a las dos o tres semanas. Para que durante este proceso no se infecte, lo más importante no es curarlo de una forma u otra, sino mantenerlo siempre lo más limpio y seco posible, impidiendo que se ensucie con las heces o la orina.

Para ello:

-Procurar que el pañal no lo cubra, doblando su borde superior hacia abajo si es preciso.

-Al menos dos veces cada día, una de ellas tras el baño, se recomienda curarlo con alcohol de 70º. Para aplicarlo correctamente, hay que levantar el muñón sin estirar, cogiéndolo por la punta para que quede expuesta la zona de transición entre el cordón y la piel normal, que es la que debe quedar mojada. Dejar empapada la gasa con que se le protege con alcohol puede ser irritante para la piel.

-Bastantes especialistas prefieren que durante los primeros días, después del alcohol (o en su lugar) se aplique un antiséptico como la clorhexidina (“mercromina blanca”), aunque también los hay que recomiendan no poner nada.

-Hay acuerdo unánime en que se han de evitar los productos con yodo, porque su absorción podría influir en la función del tiroides, así como cualquier talco o polvo. La mercromina normal (o mercurocromo) tampoco se usa, porque puede hacer que de mayores tengan dermatitis de contacto por alergia al mercurio y, además, su color dificulta la valoración del estado del ombligo.

-Si accidentalmente se ensucia con las heces, debe lavarse sin miedo con agua y jabón, secándolo luego muy escrupulosamente y aplicando el alcohol o el antiséptico que haya indicado el pediatra.

Aunque poco frecuentes, las infecciones del ombligo pueden diseminarse muy rápidamente en el recién nacido, por lo cual hay que consultar con rapidez si se observa pus o secreciones amarillentas y malolientes, o la piel de alrededor del ombligo se enrojece y parece doler al tocarla o manipular en la zona.

Los restos del cordón se desprenden durante la segunda semana de vida, pero también pueden hacerlo antes o tardar hasta un mes; aunque si a los 20 días no se ha caído, es mejor que lo vea el pediatra. En ningún caso se debe estirar para acabar de desprenderlo, por más fino que sea el hilo a que haya quedado reducido, pues se podría ocasionar una peligrosa hemorragia. Es posible que sangre un poco al desprenderse de forma natural, pero en ese caso, la hemorragia se detiene por sí sola inmediatamente.

Tras la caída del cordón, el riesgo de infección persiste hasta que el ombligo no haya cicatrizado completamente, por lo que se debe seguir con los mismos cuidados y vigilancia hasta que la gasa que lo cubre aparezca limpia durante un par de días seguidos. Esto es especialmente importante en los llamados “ombligos amnióticos”, en los que la piel no sobresale sino que quedan hundidos, porque eso hace que estén menos ventilados y sea además más difícil valorar su estado.

Cuando ya ha cicatrizado, el ombligo puede y debe lavarse con total normalidad; si se acumula suciedad en sus repliegues, se han de separar sin miedo para poder limpiarlos y secarlos bien.

Hernias y tipos de ombligo

Independientemente de que se les haya fajado o no, algunos bebés presentan hernias umbilicales; afortunadamente, las más pequeñas y corrientes no causan molestias, no se estrangulan y prácticamente siempre se cierran por sí solas a los 3 ó 4 años.

Hay ombligos con mucha piel (“cutáneos”) y otros que quedan por debajo del nivel del abdomen (“amnióticos”), pero que se acerquen a uno u otro extremo no depende de dónde se haya cortado al nacer, ni de dónde se haya puesto la pinza, sino de la naturaleza.

Es inútil poner monedas para intentar aplanar el ombligo y las fajas sólo tienen sentido durante los primeros días, cuando pueden ayudar a mantener en su sitio la pinza y la gasa; pero luego no pueden causar más que molestias y no sirven ni para reducir el tamaño del ombligo ni para evitar que se hernie.

Consultar con el pediatra si…
…a las 3 semanas aún no se ha desprendido el cordón umbilical.

…cuatro días después de caer, aún mancha la gasa.

Y rápidamente si…

…se observan secreciones amarillentas o malolientes.

…la piel que rodea el ombligo se enrojece y parece doler.

…sangra de modo continuo.


Fuente: http://bebe.consumer.es/cuidados-generales/el-ombligo